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Mostrando entradas de noviembre, 2018

La decisión más difícil

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Fotograma de la película Armaggedon. Impacto de un meteorito sobre París. Imaginemos que por un momento la posibilidad de impacto es real. Imaginemos que los sistemas de detección o, como sucede en algunas películas, algún astrónomo avezado descubre que nuestro meteorito de diez kilómetros va a impactar sobre nuestro planeta. Imaginemos que somos los dirigentes de nuestro país y que en nuestras manos está decidir qué hacer ante el inminente choque del asteroide. ¿Qué decisión tomaríamos? ¿Haríamos pública la noticia de modo que todas las personas supiesen cuál podría ser su destino? ¿Nos reservaríamos la información para evitar un caos mayor? ¿Cuál sería la respuesta de nuestros conciudadanos si supiesen a la destrucción a la que nos enfrentamos? Sigamos imaginando. Algo que tenemos claro por nuestras simulaciones es que la catástrofe tendría consecuencias globales y que no sobreviviría una parte importante de la población. ¿Qué haríamos? Si hubiese que elegir a un determinado

Concienciándonos ante una amenaza invisible

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Quizá pensemos que se presta poca atención a la amenaza del impacto de un meteorito. Nada más lejos de la realidad. Fijaos hasta que punto se le da importancia que la ONU auspició la conmemoración del Día Internacional de los Asteroides, que se celebra el 30 de junio. Y su objetivo es precisamente concienciar a la sociedad de la existencia de esta amenaza invisible. Y no solo la NASA, también la ESA (Agencia Espacial Europea) tienen programas dedicados a la prevención de posibles impactos.  En esta noticia de la Agencia Espacial Europea ( pulsar aquí ) se describen algunos de los proyectos que se llevando a cabo, como la construcción del telescopio Flyeye, situado en Sicilia y cuyo propósito es detectar objetos pequeños. De estos se descubren unos 200 cada mes de los que ninguno representa una amenaza seria para nuestro planeta.  Sonda Hayabusa. Representación artística de la NASA En este sentido, un logro importante fue el llevado a cabo este verano por la misión japonesa H

¿Cuándo? La gran cuestión

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Decía Alma en uno de sus comentarios que uno de los problemas que se plantean con respecto al impacto de nuestro meteorito era que no sabíamos ni el lugar en el que chocaría ni el momento en el que lo haría. Y esto es cierto para el supuesto en el que estamos trabajando. En realidad, una vez detectado un cometa o un asteroide y tras varias observaciones los astrónomos son capaces de calcular su órbita y establecer si ésta lo llevaría a colisionar con la Tierra. Cuánto más cerca estuviese de la Tierra más precisas serían las predicciones hasta llegar a establecer el cuándo y el dónde del impacto. Pero claro, esto plantea otro problema y es con cuánta antelación serían capaces de calcular el momento del impacto. Este periodo de tiempo es el tiempo que tendríamos para reaccionar ante la catástrofe y el que determinaría la respuesta más adecuada en el caso de que no estuviésemos preparados para ello. Y para que nos hagamos una idea del tiempo del que dispondríamos valgan algunos ejemp

Cazadores de asteroides

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Sabemos que nuestro planeta ha recibido numerosos impactos de meteoritos. Sabemos que es algo que volverá a ocurrir aunque no conocemos cuándo será ni de dónde vendrá. Los astrónomos vigilan el cielo y en la actualidad han descubierto un gran número de asteroides potencialmente peligrosos para nuestro planeta, cuerpos cuya órbita se cruza con la de nuestro planeta. Y estos están más o menos controlados ya que de los que conocemos ninguno supone una amenaza importante para nosotros. Pero claro, es problema está en los que no conocemos En aquellos que aún no han sido observados y de los que desconocemos su órbita; o, en el caso de cometas, de aquellos que proceden de la nube de Oort o del cinturón de Kuiper o que tienen un periodo tan largo que nunca los hemos visto acercarse al Sol. Y sí queremos proteger a la Tierra de un impacto es necesario aumentar la vigilancia. Y aquí todos los ojos, o todos los telescopios son pocos.  La NASA planteó hace unos años una iniciativa para que los

Acerca de hibernaciones, enfermedades y testigos submarinos

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El pasado miércoles concluimos nuestras visitas a los centros de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Granada. Fue en el Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra y en el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra.  En vuestras redacciones habéis destacado diversos aspectos de estas visitas. Con respecto al IPBLN lo que más os ha llamado la atención es la posibilidad de la hibernación. Este sería un tratamiento casi obligado si queremos colonizar planetas en otras estrellas; incluso se ha barajado esta posibilidad en los viajes a Marte. Congelando los cuerpos de los posibles astronautas se reduciría su metabolismo y con ello la necesidad de alimentarse y tampoco tendrían consciencia del paso del tiempo. Allí nos comentaron que por hoy eso es imposible con seres humanos. Los astronautas no podrían sobrevivir al proceso de congelación pues el hielo rompería sus tejidos. Inducir un estado de hipotermia, bajar la temperatura del cuerpo, sería o

La noche sin fin

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https://www.sciencenewsforstudents.org Que el impacto de un meteorito es algo más que una posibilidad es algo real. Hace 65 millones de años un meteorito de 10 kilómetros de diámetro -como el que suponemos en nuestro proyecto- impactó en la península de Yucatán en México. A nivel biológico, el resultado fue la extinción de más del 75% de las especies que entonces poblaban este planeta. Esa extinción marcó el límite entre el Cretácico, el último periodo de la Era Secundaria, y el Paleogeno, el primero de la Terciaria. Por nuestras simulaciones sabemos que un meteorito de tales características provocaría una gran bola de fuego, terremotos, vientos intensos, tsunamis y hasta erupciones volcánicas. Pero hay otras consecuencias que no contemplan las simulaciones. El impacto del Cretácico envió grandes cantidades de material a la atmósfera. Los fragmentos más pequeños quedaron durante mucho tiempo en el aire. Los más pesados, al caer de nuevo a la Tierra y calentarse por la fricción

Visitamos el IPBLN y el IACT

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La Misión Granatensis se acerca a su final. Esta mañana hemos visitado los dos últimos centros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Granada que nos quedaban por visitar: el Instituto de Parasitología y Biomedicina López Neyra y el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra. Y como en las otras visitas hemos aprendido un montón de cosas.  En el IPBLN, su director nos ha mostrado un video y nos ha explicado la labor de investigación que desarrollan principalmente para la caracterización de las enfermedades y para el desarrollo de nuevas terapias. Seguidamente hemos visitado los distintos laboratorios del centro, conociendo cómo se secuencian los genes, cómo se trabaja con las proteínas o las distintas técnicas de microscopía que allí utilizan. En esta visita nos han hecho ver la importancia que tiene el conocimiento de las enfermedades y de los agentes que las causan para el proyecto que nos ocupa. En el IACT nos han recibido Concepción y Carmen y hemos podid

La última opción: exoplanetas

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O a Marte que es lo más parecido a la Tierra que conocemos o a alguno de los exoplanetas que conocemos en la galaxia. Si tomamos esta decisión estamos de suerte. El exoplaneta más cercano, Próxima Centauri B, lo tenemos ahí al lado (a la escala del universo me refiero, claro) y además sería potencialmente habitable. Es decir, de los exoplanetas conocidos y a tenor de lo que vamos conociendo, es uno de los que podrían albergar vida tal y como la conocemos en la Tierra. Pero claro, el primer problema es llegar allí, es recorrer esa insignificante distancia de son 4 años luz. No es por desanimar a nadie, pero los Voyager llevan unos cuarenta años en el espacio, están abandonado ahora el Sistema Solar a una distancia aproximada de unas 20 horas luz de nosotros. Representación artística de Próxima Centari B (Wikipedia) Para poder llegar a Proxima b, Alma propone construir una nave gigante en la que fuese un grupo de personas que se fuesen reproduciendo de modo que llegasen los de

¿Y si nos fuésemos a Marte?

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Nuestro potencial nuclear no nos salva del meteorito. Nos ponemos en el peor de los casos y es suponer que nadie sobreviviría al impacto. No nos que otra opción que escapar de la Tierra. Vamos a considerar en primer la posibilidad de irnos al lugar más próximo en el que pudiéramos sobrevivir. Y el planeta más cercano y más parecido al nuestro es nuestro vecino Marte. Todos estáis de acuerdo en que la forma de llegar a Marte sería con naves espaciales. Alma propone que podríamos iniciar la colonización mandando numerosas naves pequeñas, con pocas personas dentro, con lo que resultaría más económico. Almudena considera que Marte se encuentra a una distancia apropiada del Sol, en la llamada zona habitable. Además los científicos hablan de que existe agua en Marte. Por el contrario, Lucía no encuentra argumentos a favor. En sentido contrario, Almudena y Alma destacan la dificultad de trasladar a Marte un gran número de personas. Ciro destaca que en Marte no hay oxígeno, la atm

De aquí no nos vamos

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La tercera posibilidad que contemplamos, tal y como nos comentaron en la charla del Instituto de Astrofísica de Andalucía es que nos quedemos en la Tierra y "aguantemos" como podamos las consecuencias del impacto. Ciro comenta que tendríamos que ponernos en la peor situación posible para un meteorito de esas características e intentar buscar soluciones para ella. Si el impacto fuese menos importante tanto mejor para la Tierra pues habría menos destrucción. Almudena y Lucía proponen que, aunque nos arriesgásemos a morir, sería necesario preparar bunkers de supervivencia para los seres humanos donde pudiéramos guardar semillas, vacunas documentos, etc. Alma dice que en estos bunkers también deberíamos cultivar semillas y críar animales hasta que la situación mejorase. En cuanto a los argumentos a favor, Alma dice que sería más fácil que cada país construyese sus bunkers ya que no sabemos donde puede caer. Para Almudena sería más barato esto que salir del planeta. Luc

¿Desviamos el meteorito?

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La segunda posibilidad que consideramos es desviar el meteorito. En esencia, se trataría de lo mismo que comentábamos en la entrada anterior, pero aprovechando la energía no para destruirlo pero sí para desviar su trayectoria de modo que no nos alcanzara. Alma propone que previamente habría que enviar naves robotizadas que examinasen el meteorito para ver algún modo de desviarlo, quizá para encontrar el punto más apropiado sobre el que hacer estallar las bombas de modo que cambie su dirección. Ciro u Almudena proponen que la explosión debería ser en un lateral del asteroide. https://www.larepublica.ec/blog/vida-estilo/2017/02/05/desviar-un-asteroide-con-un-proyectil-seria-factible-segun-un-estudio/ El argumento más claro a favor de esta propuesta es que si se lograra desviar, aunque fuese mínimamente a una gran distancia, su trayectoria se alteraría lo suficiente como para pasar de largo y no impactar. En contra Alma dice que si no logramos desviarlo seguiríamos teniendo el

¿Destruimos el meteorito?

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Mañana tenemos nuestra última visita a los centros del CSIC para conocer la investigación que se lleva a cabo y ver de qué manera podemos minimizar los efectos del impacto del meteorito. Es momento de que vayamos recapitulando nuestras propuestas. Algunos de vosotros me las habéis entregado y del resto espero que las añadáis bien completando esta entrada o como comentarios. Vamos a empezar con la posibilidad de destruirlo. Tomado de www.space.com (To Nuke an Asteroid, How Powerful a Bomb Do You Need?) Almudena, Lucía y Ciro proponen que podríamos utilizar todo el arsenal nuclear que hay en la Tierra para intentar destruirlo. Alma añade que podemos mandar todas las bombas posibles. Entre los argumentos a favor está el que si logramos disgregar el meteorito en fragmentos pequeños, estos podrían desintegrarse al menos en gran parte al atravesar la atmósfera, reduciendo los efectos del impacto. En contra de esta propuesta Almudena argumenta que no sabemos si todo el arsenal

¿Y si nos quedamos en la Tierra?

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Cuando debatimos en clase qué consideramos más apropiado para salvar la Tierra en el hipotético caso de que ese meteorito de 10 km impactase sobre nuestro planeta parece que nos vamos decantando por dos opciones que no tienen por qué ser excluyentes. Intentamos desviarlo -nos parece más factible que destruirlo- y si no tenemos éxito vemos como sobrevivir en la Tierra. En este último caso la opción que habéis barajado es la de construir bunkers donde nos refugiaríamos, donde almacenaríamos todo nuestro conocimiento y donde dispondríamos de enormes superficies para realizar nuestros cultivos. Pero claro, el meteorito podría venir desde cualquier lugar del espacio e impactar en cualquier punto de la superficie terrestre.  Obviamente no podemos contruir un solo bunker. Pero tampoco podemos hacer un gran número de ellos pues los recursos, y probablemente el tiempo, sean muy limitados. Y por otro lado las simulaciones que estamos haciendo nos indican que no toda la Tierra se vería afect

Visitamos el IAA y la EEZ

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Hoy hemos visitado el Instituto de Astrofísica de Andalucía y la Estación Experimental del Zaidín. En el IAA hemos aprendido que los meteoritos son un fuente de información muy importante para conocer el Sistema Solar a la vez que representan un peligro para nuestro planeta. Caen continuamente del cielo y han llegado a ser responsables de extinciones masivas. Se han detectado unos 13.000 asteroides próximos a la Tierra, de los que 2000 son potencialmente peligrosos para nuestro planeta y unos 140 cruzan la órbita de nuestro planeta. Y si uno de ellos fuese un meteorito de 10 km que fuese a impactar contra la Tierra, ¿qué haríamos? Emilio García nos ha propuesto diversas posibilidades que enumeramos a continuación: 1. Desviamos el asteroide. Consistiría en dirigir un proyectil contra el asteroide cuando aún está muy lejos de modo que se consiguiese desviarlo mínimamente, aunque lo suficiente para que pasara de largo. 2. Destruir el asteroide. Quizá combinando todo el poder de la